Es un relato de veinte páginas y no voy a contar más que las emociones que he recibido de esta maravillosa historia. El escritor sabe jugar con los sentimientos y desde las primeras palabras te invada el amor paterno, “ Por qué no me esperaste.”, el corazón se encoge en un puño y los ojos se llenan de lágrimas que desean escapar por las mejillas. Su caja metálica con las fotos de su hija te hace esbozar una sonrisa tierna. Las pinturas del arcoíris devuelven al anciano todo ese cariño que durante los últimos veinte años ha entregado, y con cada trazo de colores, la sensación agridulce de la despedida cercana. Nos describe el amor incondicional de un nieto hacia su abuelo, un vínculo que les unirá hasta el final de sus días. Muy recomendado este pequeño relato donde los sentimientos te embargan, atrapándote en cada párrafo.
Me niego a que mis historias se pudran en las carpetas de mi escritorio digital. Algún día morirá mi portátil y con él las vidas de mis personajes. Mi mente es un 80 % de imaginación y un 20 % de realidad, dicho eso te diré que este blog será un caos entretenido. ¡Feliz lectura!