Me
encanta el género de novela negra policiaca, lo cual es un arma de doble filo,
y esto lo he aprendido en mis propias carnes con mi novela. Cuando uno es
amante de este tipo de historias sabe lo que busca y lo que quiere. Dicho esto
vamos a lo que nos interesa en cuestión.
Me
enganchó desde la primera hoja y puedo añadir que muchas de las reflexiones del
escritor que pone en la boca de su protagonista, las comparto y apruebo, te
dejo a ti como futuro lector que averigües cuáles son. No voy a destripar una novela bien argumentada
de un psicópata, ya que se describen las claves fundamentales que envuelven a
una personalidad como esta.
Hay
dos puntos que me dejaron un poco confusa pero como vuelvo a remarcar, este
tipo de historias que me apasionan las miro con lupa, porque me meto en la trama
y formo parte de ella como un investigador más, es lo que me gusta siempre y
cuando esté bien estructurada. No conseguí leer cómo se enteraron que los cadáveres
estaban atados en aquellos árboles, no se menciona ni llamada, ni posible desafortunado
testigo. Y la segunda es un fallo sin importancia, cuando el protagonista explica
a esa supuesta “novia” por qué es cómo
es, ella sabe antes de que él termine que tenía una hija, podía ser un hijo. Y
diréis que tiene de importancia, poco o nada, pero yo sigo cada palabra como
una investigación y llegué a sospechar de ella por ese detalle.
Creo
que una buena novela policiaca debe ser aquella que el lectora la siga y el
escritor de la pistas suficientes para especular y averiguar, cuando el asesino
sale de la chistera del investigador cual arte de magia es cuando la novela,
sin dejar de gustarme, me decepciona un poco, pero recalco lo dicho arriba,
porque es el género que más me gusta en la literatura y soy más crítica que con
cualquier otra novela.
Esta
novela es muy recomendable, pero yo nunca fui la medida de nadie y cada cual que
decida por sí mismo.