Las historias sin papel.

La trama parece sencilla, chica conoce a chico y surge la atracción entre ellos. Pero voy a fragmentar la historia en tres partes. El inicio. Se nos relata la infancia de la chica de los ojos verde esmeralda. La escritora nos narra con dureza lo que es el maltrato infantil. La violencia tiene un efecto devastador en los niños, no solo en la infancia sino en el resto de su vida, como bien se señala en la obra. Es más el daño emocional que carga nuestra protagonista que todas esos moratones y heridas que oculta al resto de una sociedad que mira hacia otro lado. Julie sufre maltrato físico y emocional. Se pregunta “¿por qué sus padres no la quieren?”. Es un problema universal da igual el nivel económico o cultural, millones de niños lo sufren a diario. Y Julie conoce a Iam, ambos han sufrido abusos, por qué ellos no se convirtieron en maltratadores, porque tuvieron una mano que les ayudó en el momento clave, él más que ella. Y aquí se nos muestra las dos caras del adulto, él

Esta novela me tocó en un sorteo literario que realizó la escritora para celebrar el lanzamiento de su obra. Nunca me había tocado nada y agradezco el regalo. Besos a un tirano es una novela romántica con muchos momentos eróticos. La trama es sencilla si nos quedamos en la superficie, pero a mí la palabra tirano me lleva a esa parte de la psicología que tanto me gusta, el comportamiento humano. ¿Qué es un tirano? Aquella persona que abusa de su poder, superioridad ante otras personas. Y ese es nuestro personaje, si no se hacen las cosas como él manda, brota la ira desmesurada. Este tipo de personas no nacen, se hacen. La escritora nos cuenta como con la llegada de su hermana y al sentirse un príncipe destronado, su mal carácter, sus rabietas, llevaron a poner en peligro la vida de esta, hasta que Roberto medió, pues sus padres fueron incapaces de poner cartas en el asunto al sentirse culpables. Esta es la base de un buen tirano,  unos padres que no marcan límites y hacen to

Es curioso como el tiempo cambia a las personas, ambos crecimos allí, jugamos en cada rincón de su caótico jardín. Pero tras su muerte mi hermano quiso olvidar y yo aferrarme a él. Todos los veranos acudíamos al vivero y comprábamos los mismos útiles y las mismas flores, pues al terminar la temporada estival mi madre abandonaba a la intemperie cada una de sus herramientas y a su suerte sus plantas. ¿Era dejadez? Era melancolía. Contaba nuestros cursos escolares como años y al llegar septiembre sabía que nuestra infancia daría paso a la adolescencia, dejaríamos de reír en el porche comiendo helados, buscaríamos la compañía fuera de casa y tras esos años de hormonas revueltas, seríamos adultos buscando nuestro camino. Abro la verja que da paso al jardín para despedirme de su risa, su locura y sus bromas. Su aroma inconfundible persiste; siento su mano sobre la mía guiándome hacía un rincón alejado de la casa y allí tras un madroño que le regaló mi padre, veo tres flores

Yo no escribo romántica, leo poco de este género aunque en estos últimos meses he leído por todos los años pasados. Alguien puede pensar que no me gustan estas historias, y no es cierto, me pierden más los géneros policiacos, el misterio o las aventuras, pero quien me conoce sabe que leo de todo. El problema es que racionalizo lo que leo. Comienzo con las primeras páginas de  La rueda del destino . Kyla, no se parece a las protagonistas de otras novelas románticas que he leído, es minusválida. Narra entre líneas el porqué dejó Nueva York tras su accidente y siento una ligera similitud con mi padre, no busca consuelo ni compasión, busca tolerancia y que la gente deje de verla de forma diferente. Me engancho a su vida. Me dejo llevar por la pluma de la escritora. Entiendo la indecisión que tiene de iniciar un romance con Hunter, la misma que vivió mi padre con mi madre, se creen que limitan una relación cuando lo que ofrecen es el valor de la vida desde otra perspectiva. Y me

La lectura que nunca falta en mi mesilla es un libro que trate sobre el comportamiento del ser humano, enfermedades mentales y psicopatías.  Dicho esto cuando empecé a leer esta novela, Pasado imperfecto , me quedé entusiasmada por el filón que la escritora abría sobre el personaje de Alma. Una mujer que ve su vida arrastrada por los engaños de su hermana pequeña, malcriada, caprichosa y antojadiza; junto a un marido, mujeriego y egoísta. Y me gusta la trama, me encanta el desarrollo y el desenlace, pero Alma es un personaje que brilla poco en un instante crucial, en ese momento donde está privada de su libertad, hay una ruptura afectiva con su familia, emociones y percepciones de la realidad que chocan con lo que otros creen de ella. Además de una fortaleza para adaptarse a su nueva situación y en su estado. ¿Llegó a odiar? ¿Perdonó? ¿Sintió miedo? ¿Enloqueció? Pedía mucho más en esos momentos de soledad y desesperación, donde nadie te cree y van pasando los días que te acercan

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Desde que leyera en mis tiempos de adolescencia El exorcista de William Peter Blatty, no había caído en mis manos una novela de terror que relate la relación del Infierno y del Cielo con nosotros simples mortales; del poder tan asombroso que tiene el demonio y la poca autoridad de la Iglesia que ve como Dios deja a su creación al libre albedrío. La trilogía de Enrique Laso aborda el tema de las posesiones, su narrativa sencilla engancha desde las primeras líneas y aunque molesta la brevedad del tema, en conjunto los tres libros ofrecen una historia magnífica. El padre Salas se encuentra a salvo del demonio junto a su púlpito, mientras este otro camina a sus anchas por el mundo. Se siente el miedo que tiene a lo sobrenatural con el que lleva luchando años, y aunque va ganando la partida, le deja un gran desgaste. Y como siempre me invaden las dudas, ¿Es tanta la autoridad del diablo cómo creemos o el ser humano es débil?  Y, ¿cómo puede una criatura del mal poseer a unos ni

Está escrito en mejicano, quizá resulte extraño este término sabiendo que en Méjico, el idioma oficial es el español, o castellano, pero su expresión oral y modos son diferentes al nuestro, al incorporar mucho léxico nativo. Esto dificultó mi lectura. Es una novela corta, de trama sencilla que narra las vidas circulares de sus protagonistas, ¿circulares? personas que una y otra vez tropiezan en la misma piedra. La escritora nos cuenta la historia de Susana. Para mí, es una muchacha atolondrada que merecería una reprimenda severa por parte de sus padres, los cuales dejan que su hija se vaya a la ciudad sin un futuro claro; yo en este punto no hago más que repetirme “Tiene catorce años, ¡vamos hombre!”. Todo esto acompañado, bajo mi punto de vista, que la muchacha no parece tener muchas luces y no escarmienta de sus errores, una y otra vez cae en lo mismo por conseguir ascender en la empresa donde su amiga Yesi también trabaja, la antítesis de ella. Pero aquí hago un alto

Supongo que tras oír el testamento no me quedó más remedio que creer todo lo que decían de él. Al fin y al cabo lo había visto en cinco ocasiones. Estaba en constante búsqueda viajando de un extremo a otro del mundo tras cualquier leyenda de dragones. De niña lo admiraba, de la vida anodina de mis padres y la mía, la suya era apasionante, llena de aventuras y magia. Cuando fui creciendo aprecié la tristeza en sus ojos, las constantes disputas de la familia porque dejase de perseguir una quimera, lejos de ayudarle incrementaban su angustia. Y ahora tengo en mis manos lo que tanto anheló. Una turquesa engarzada en un medallón de oro blanco brillante . Sobre su color azul verdoso veo mi ojo reflejado y en el fondo de mi pupila unas llamas de fuego. De su puño y letras su último deseo: “ Mi querida sobrina lo que tienes en tus manos es el corazón de un dragón . Si al mirar la piedra algo inusual sucede, no te asustes, él te observa. Llegará y pondrá a tus pies cada una de

Es una novela que no me dejó indiferente. Una sensación de disgusto y rebeldía. Creo, sinceramente,  que caminamos hacia una sociedad como la que describe tan magistralmente Raúl García Reglero. La frase que más me sobrecogió fue la del anciano revelando una verdad borrada de la memoria "Hubo un tiempo que la sociedad tenía Sanidad Pública y pensiones." La nieta le disculpa ante el protagonista tachándole de loco, son los recuerdos de una infancia ya lejana donde el mundo con todas sus imperfecciones todavía luchaba por el bienestar común.  Se nos ofrece, la tecnología jugando a ser Dios, la posibilidad de borrar nuestros peores temores, los que nos quitan el sueño, los que pesan como losas... ¿Quién no pagaría por olvidar esa herida que sangra cada mañana y se hace cada día más dolorosa? Pero siempre hay alguien que llega más lejos. Se usará para manipular a la gente, convertirla en esclavos sexuales, en marginados a los que colgar crímenes horrendos, separare

Leí no hace mucho el comentario de una escritora que declaraba haber abandonado un libro a la mitad porque era todo un diálogo. Yo nunca me había enfrentado a una novela así hasta llegar a "Hermanos Mayer. Analía." y sinceramente no me disgustó en absoluto. La lectura es rápida, no necesito descripciones constantes de lugares ni personaje s, que me suelen cargar y aburrir, porque para eso me sobró y me basto con mi imaginación. El diálogo hace la escena dinámica y eso me gusta, disfruto. No juzgo la ortografía, como harían los expertos,  porque tras mi primer libro del que reniego y bromeo diciendo que regalaría un lápiz con cada ejemplar, no soy quién. Tampoco entraré en el detalle del estilo, seguro se puede mejorar pero somos escritores independientes que vamos madurando con cada obra que plasmamos sobre el papel. Me ha entretenido y he recordado una serie que veía en mis tiempos mozos " Corazón Salvaje" donde la protagonista se debatía entre el amo

Nadie  teme a sí mismo si desconoce su otro yo. Escribí cientos de relatos. Sin ser consciente de ello desarrollé una personalidad obsesiva por conseguir cada día un seguidor más. Cuando este no llegaba me hundía en la desesperación y ante el ordenador golpeaba con saña cada tecla, maldiciendo mi pobre ingenio. Dejé de disfrutar con la escritura. Un día, ante el escaparate de una librería reconocí en la portada de una novela mi breve relato. Comenzó una persecución a una mujer que se escondía tras un seudónimo. Grité a los cuatro vientos que su gran Bestseller era un plagio. Acudí a su firma de libros, pero como si sospechase mi amenaza no se presentó. Su manager alegaba que estaba indispuesta. Se convirtió en una obcecación encontrarla, debía reconocer que su fama, era mía. Durante meses no regresé a mi casa persiguiendo su sombra, jamás la di alcance. Hasta hoy. La feria del libro era un hervidero de gente que esperaba a su gran escritora. De entre la muchedumbre apa

https://youtu.be/WIMRLMYY7KQ

Ya tenemos en preventa la novela. Resérvala y descubre el enrevesado plan de un psicópata para demostrar que su inteligencia es superior al resto de los mortales. Cómpralo aquí.

Ya tiene fecha de lanzamiento, 1 de junio. Emocionada y nerviosa a partes iguales. Nada que ver con lo publicado hasta ahora por mí. Ha supuesto un reto corregirla y darle la intriga que espero mantenga al lector absorto en su lectura. Espero que tenga aceptación. Un sueño hecho realidad.

Sobre la mesa, con los últimos restos de la cena, yacía el cuerpo sin vida de un escritor. Sorprendió a críticos y lectores, que reseñaban su obra de “basura”, contando las últimas cuatro horas de la existencia de una joven asesinada despiadadamente. “ El tatuaje ”. El realismo narrado hacía que sintieran el miedo, la angustia y el dolor de la víctima. Dejando con la rabia del crimen sin justicia, de la pista sin respuesta. El éxito le embriagó. El correo con la fotografía de una mujer hermosa prometiéndole un amanecer inolvidable no le produjo ningún resquemor. Los besos, las caricias fueron el preámbulo de un juego amoroso que se tornó furia cuando desnudo le ató a la silla.   Cada párrafo de la novela fue representado en su piel ajada. Todos los cortes, quemaduras y golpes, incluso reprodujo cada letra del tatuaje, TACHY . Y acuclillada ante el escritor de moda susurró, ¿Dime dónde la enterraste?  Ella m arcó con su dedo índice cada uno de las letras que