Hace tiempo leí un artículo que contaba el auge de las novelas que versan sobre el medio rural. Cien por cien de acuerdo, las últimas lecturas que me han enganchado, como hacía años no me sucedía, cuentan historias de nuestros pueblos, de sus gentes y costumbres. La novela de hoy la devoré en una hora y poco. Su lectura es muy fluida y aunque necesita una revisión de estilo, esto no impidió que me enganchase a su trama. El trasfondo de esta historia es pura psicología del pensamiento de los pueblos cerrados, no puedo revelar mucho más porque es la clave para entender la novela y quiero que os quedéis con las ganas de abrir la portada y sumergiros en sus palabras. El final fue sorprendente, no me lo esperaba y esto es lo que más me fascina de una lectura. No es incoherente, ni mucho menos, si relees la obra te das cuenta que todo cuadra. Estoy cansada de abrir novelas y ver como los personajes caminan por lugares que no conocen, y donde no fluye nada con natura...
Me niego a que mis historias se pudran en las carpetas de mi escritorio digital. Algún día morirá mi portátil y con él las vidas de mis personajes. Mi mente es un 80 % de imaginación y un 20 % de realidad, dicho eso te diré que este blog será un caos entretenido. ¡Feliz lectura!