No nos aclaró la situación pero tampoco la enturbió, ni frío ni calor, nos dejó tal y como estábamos. Mike hizo llamar al más antiguo de los licántropos del clan de Alfa, que resultó ser el mismo hombre que pulía sus brillantes botas, que a su vez era el que dejó olvidada su cazadora sobre el taburete de aquel pub oscuro y escondido. Relató lo que se rumoreaba por aquellos años, unos veintidós años tiempo atrás, incluso las fechas pueden hacer pensar en una coincidencia muy forzada para ser solo los designios del azar, pero era toda pura coincidencia. El biznieto de ese licántropo casi momificado era uno de sus favoritos, por no decir el único. El viejo vivía para él y por él. Le mimaba y le consentía todo, y durante la infancia, el muchacho mostró un carácter errático y antojadizo que se corrigió con la adolescencia convirtiéndole en unos de los mejores líderes. Era justo y arropaba a todo aquel que pidiese su ayuda sin mirar su procedencia. Bajo su liderazgo se reanu...
Me niego a que mis historias se pudran en las carpetas de mi escritorio digital. Algún día morirá mi portátil y con él las vidas de mis personajes. Mi mente es un 80 % de imaginación y un 20 % de realidad, dicho eso te diré que este blog será un caos entretenido. ¡Feliz lectura!