La consciencia y la conciencia son dimensiones diferentes de
nuestra existencia. Ser consciente conlleva dolor e inmediatamente un despertar
de la conciencia, por eso lo evitamos para no sentirnos incómodos.
‹‹La gente es capaz de
hacer cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia
alma». Carl Gustav Jung.
Mi novela narra fragmentos de
la vida de mujeres que despiertan de esa ignorancia que les proporciona una
falsa seguridad, toman las riendas de su vida e inician un proceso doloroso. Se
enfrentarán a las sombras, pero también a la luz. Muchas viven atormentadas por
su imaginación, otras estancadas en un conflicto o duelo no superado, algunas anuladas
en relaciones sentimentales tóxicas.