El formato de la imagen
es diferente porque me la descargué desde el móvil con la app de Kindle Amazon,
ideal para cuando el libro electrónico se queda sin batería o se te olvida en
casa, recomendable.
Dicho esto, comencemos
con en el relato largo o corto según quién lo lea, para mí corto y rápido, pero
aprovecharé esta historia para dar mi opinión sobre este punto tan
controvertido que genera ampollas entre los escritores.
Hace un tiempo hubo un
debate en uno de los grupos literarios online a los que pertenezco sobre una
reseña que se realizó a una obra de una escritora. Más o menos venía el lector
a decir que no ponía más estrellas porque la historia le había gustado pero le
parecía excesivamente corta. Doscientos mensajes más tarde, el lector era un
lerdo sin entendederas, a esa conclusión llegaban muchas afines a la escritora.
Yo la leí, y puedo entender que le sucediera como a mí, y así hice la reseña, <<me
quedan preguntas en el aire. >>.
Cuando se escribe una
historia, sea amplia o breve, a no ser que haya una segunda parte y entiendo
que en los relatos cortos esto no debe existir, pueden quedarse lagunas que se
solventarán en la siguiente obra, perfecto, todo lector lo entiende de esta
forma. Pero un relato de cuarenta páginas tiene que tener una presentación, un
nudo y un desenlace, puede ser que nos guste tanto que deseemos que no termine
y su brevedad nos disguste pero por lo maravilloso del tema, nunca porque nos
quedemos vacíos.
Y ahora me voy a mojar
con este relato corto. Me gusta la trama, creo que es una historia que da mucho
juego, pero se me queda excesivamente corta, es rápida y pasa por tantos temas
tan superficialmente que me molestó, en el buen sentido de la palabra, como
lectora quería más. Nos narra la adolescencia de dos jóvenes que son almas
gemelas, con una pincelada de dolor nos cuenta el principio de una vida
complicada para Mandy y Jason que encuentran el equilibrio en su amistad. Sus
caminos se separan y uno mejor que otro tiene una familia adoptiva donde vuelve
a pincelarse la tragedia de los niños que llegan a ser adultos sin conocer el
calor de hogar, ellos tienen la suerte de a pesar de todo tener un futuro muy
prometedor. Nacieron para estar juntos y sus senderos se juntan para no
separarse, aunque parece que no lo tendrán fácil con ese manager dominador,
pero se zanja en dos palabras, lo que te deja con la miel en los labios. Y ya
el desenlace, muestra un amor profundo, al más estilo Shakespeare, pero que
apenas araña los sentimientos y el drama que nos está relatando.
Yo desarrollaría mucho
más la vida de ambos personajes, son ricos en matices, pero no soy la medida de
nadie y mi opinión no vale mucho más.