Esta
es de esas novelas que demuestran lo que siempre digo, no soy la medida de
nadie, y mi opinión no tiene ningún valor. Trescientas treinta y siete reseñas,
eso significa que la novela tiene interés entre los lectores y merece mi
respeto y admiración.
Me
gustó el inicio, además tuve un recuerdo nostálgico, me acordé de las aventuras
que mi hermano y yo imaginábamos de niños, una de ellas era viajar a otros
mundos a través de un haz de luz que se abría en la
pared de nuestra habitación.
Me gusta Will y la
coherencia del personaje a lo largo de toda la historia, no me sucede lo mismo
con su hermana, Lía, me la presenta como una mujer con los sueños truncados
porque no puede ser madre y después como una celosa obsesiva de un hombre que
apenas conoce y no es de su tiempo.
Sobre los saltos en el
espacio y tiempo, hay una teoría maravillosa que la escritora no tiene en
cuenta, pero tampoco tiene importancia pues es su historia y no se basa en las teorías
científicas sin demostrar que existen.
De todas formas, te aconsejo
que leas esta novela, no pueden equivocarse trescientos lectores al valorarla como sorprendente. Y puedo añadir que suelo tirar la toalla en el
veinte por ciento de la lectura de aquellas historias que no me aportan nada,
porque no son para mí o no es el momento, y con esta, no lo hice, aunque
ciertos puntos me rechinaban los dientes, la aventura es entretenida.