Es un relato corto que
se lee con fluidez, no suelo ojear mucho sobre el género de ciencia ficción que
versa sobre espacio y naves espaciales, no conecto con estas historias. Creo que
soy el único ser de la Tierra que no le gusta la saga de Star Trek o La Guerra
de las Galaxias, ni una sola me engancha ni me aporta nada destacable, lo
siento por algún miembro de mi familia que son fan, incluso amigos, me aburren
mortalmente estas películas, asique no di muchas oportunidades a las novelas.
Pero aquí lo que me
llamó la atención fue la teoría que se desarrolla, la explicación de lo que
sucede en las cámaras cuando se abre una fisura, el efecto devastador que tiene
en las personas y en el propio fuselaje. De una forma amena te enseña los
riesgos de viajar y vivir en el firmamento, nada idílico. Me gustó.
A que daría yo una vuelta,
a nada de la historia porque aunque queda abierta es interesante, pero si revisaría
la repetición de palabras y de grupos de familia, es lo único que retocaría
porque se convierte en un eco constante.