Voy
a destacar algo curioso de esta novela, una sensación que debe sentir alguien
cuando viaja a un mundo paralelo y tiene la oportunidad de verse en un yo
diferente.
Cuando
comencé su lectura, creo que me quedé perpleja, si me hubiesen pinchado ni una
gota de sangre hubiese escapado de mi cuerpo. Nuestra protagonista, Cintia, se
despierta tras una noche de fiesta en la cama con un hombre que no sabe quién
es. Así comienza mi novela Los relatos de Jainis, Inés Soto, amanece en la
habitación de un hotel con un hombre que no conoce, con el tiempo ambas
protagonistas descubrirán que es su nuevo jefe, dueño de una importante empresa
y ellas no pueden dejar que un error de una noche las afecta a nivel laboral,
porque ante todo son mujeres que buscan una meta en su carrera profesional; el
reconocimiento y el éxito.
Leer
la vida de Cintia fue como enfrentarse a mi queridísima Inés en otro mundo
paralelo, con otras decisiones que la llevan por senderos diferentes, ¡Impactante!
Dos escritoras comienzan de la misma forma sus historias pero son personajes
diferentes, con vidas muy dispares. Estuve
muy entretenida.
Lo
que sí quiero destacar, como opinión personal, es que el perfil de la
protagonista de esta historia, choca con sus decisiones, y el desenlace final
me deja algo descolocada, no comprendo cómo puede permitir que el amor de su
vida, ese hombre que la ofrece siempre su apoyo, viva una mentira donde Cintia
es cómplice, teniendo en cuenta que ella porta una pesada carga a sus espaldas
más o menos con la misma base. Sabe que esa mujer embarazada consiguió todo con
engaños y malas artes, retiene a un hombre que duda de la veracidad de sus
palabras y aunque no niega que la ayudará económicamente, no quiere tener más
relación con la madre de su hijo que la estrictamente necesaria, pues ama a
Cintia; pero ella…¿Prefiere retirarse para no dejar un hijo sin su padre?
Pero
yo no soy la medida de nadie y lo que más me gusta es poder debatir mis
conclusiones con otros lectores. Descubre si lo que digo es cierto o estoy
confundida.