Las personas constantemente estamos sometidas a la incertidumbre.
No somos videntes y no podemos anticiparnos al futuro, por eso tenemos que
aprender a vivir cargados de preguntas. ¿Nunca os habéis fijado en que los
niños prefieren ver una y otra vez los mismos dibujos, escuchar los mismos
cuentos o repetir una única escena de una película? Ya desde nuestra infancia
no soportamos la ansiedad que produce el no saber el desenlace, con la historia
memorizada no hay cabida para la sorpresa. Se llama cierre cognitivo.
Alejandra necesita una respuesta firme a una sola pregunta << ¿Por
qué?>>.
Con esta novela me sucedió como con otro escritor que voy leyendo a cachitos, porque son amantes de los diálogos monologuistas, largos y con pocos puntos y aparte. Qué ocurre con esto, pues que se trasforman en páginas y páginas en el eBook, agota la vista y distrae. Empecé leyéndola en el móvil porque me quedé sin luz en mi eBook, pero era muy largo los textos, se hacía pesado, lo dejé por cansancio ocular, ahora sigo las órdenes tajantes de mi familia y amigos, << ¡Cuídate la vista!>>. Llegué a casa y la descargué en el libro electrónico, pero tengo una costumbre, la primera imagen que público es cuando comienzo la lectura, no repito la foto, por eso la imagen no encaja con mi habitual protector florido tan característico en mí. Me enganchó mucho ese primer discurso que nos narra el escritor en boca de Moreno Cabello, que no le gusta nada los medios y se nos presenta como una mujer ruda, profesional y solitaria. Es cierto que la perseverancia de esta investigad...