Esta
novela jugaba con desventaja cuando comencé a leerla, por qué, su escritor me recomendó la segunda parte, por lo tanto
al empezar Primavera en Ítaca, me fue desvelada como terminaba la primera
parte, pero para mí era necesario sumergirme en esta historia a pesar de conocer
su final porque la vi excesivamente rápida y no me enganchaba a sus personajes
que los sentía fríos.
La
trama es sencilla la búsqueda de un oso sin conocer muy bien por qué ese
interés en él, se puede perfilar el valor del oso, aunque no dejas de seguir la
historia de Angie, verdadera protagonista de este drama.
Mucho
se ha publicado sobre el abuso que sufren las modelos, el escritor nos denuncia
la situación de unas jóvenes que ven truncados sus sueños cuando son tratadas como
prostitutas de lujo. Bajo la amenaza de <<si no lo haces no serás nadie>>,
van hundiendo sus sueños de pasarelas en un lodo oscuro y maloliente donde
corre la droga para adormecer los sentidos, no desean ser conscientes de la
manipulación que sufren, del engaño en el que viven.
Me enganchó la trama, pero sobre todo ese detective que representa fielmente la novela negra.
Gracias
Manuel Pérez.