No
puedo decir mucho de este pequeño libro que recopila relatos cortos de novela
negra y no escribiré de él más que una palabra DESOLADOR. No puedo decir mucho sin desvelar, así que, prefiero callar.
Unas
historias gustan más que otros, como sucede en estos casos, pero ninguno te
deja indiferente, todos sobrecogen de tal manera que aprietan un nudo en el
estómago.
La
confesión, donde se pone a prueba la fe del cura que confiesa a un asesino en
serie, podrá vistiendo la sotana que tanto ama o sucumbe a la justicia. Empieza
fuerte y reflexionas sobre el trasfondo de un hombre que puede evitar que maten
a inocentes, pero no puede hablar porque es Dios que debe juzgarlo.
Otro
día en la oficina, aquí se te parte el alma cuando descubres la verdad. El
mejor con diferencia.
El
candidato, es política al más alto nivel. Atroz.
Pero
he dicho que no contaría nada y no quiero quitar la emoción de la lectura.
Hablé
con el escritor, porque su obra me gusta y él me pidió mi humilde opinión, lo
único que puedo decir negativo, es que se repite mucho el verbo chingar, en
todas sus conjunciones y en el mismo párrafo en varias ocasiones, lo que te
deja al final del texto una palabra en mente <<Chingada>>. Que seguro
es lo que todos nosotros diremos al terminar el libro y conocer las historias
de todos los personajes << ¡Vaya chingada!>>.