Desde
que vi la serie Imborrables, quedé impresionada con esta anomalía de la mente
humana, en todo el mundo hay sesenta sujetos afectados. Síndrome hipermnésico.
Es cierto que cuando un recuerdo tiene mayor carga emocional, esta se graba con
más facilidad en la memoria de las personas. Los recuerdos que guardan con todo
lujo de detalles son los autobiográficos, no acontecimientos no ligado a ellos
como sucedía en la sería. Yo soy de mente frágil pero creo que tener este tipo
de, llamémoslo dones, para mí sería
un castigo, hay tanto recuerdos dolorosos que deseas que el tiempo cure, que
sería un tormento revivirlos con todo lujo de detalles día tras día.
Es
curioso, pero ninguna de las personas afectadas con esta enfermedad se dedica a la investigación criminal, eso relataba un artículo cuando salió aquella
sería.
La
trama por lo tanto me gusta, es cierto que me he perdido en algunas reflexiones
del protagonista, pero quizá sea culpa mía que intento encontrar pistas que me
lleven a resolver el rompecabezas. En este caso, sabía quién era el asesino,
aunque no daba con la clave del motivo. Nuestro protagonista es bastante
prepotente pero supongo que es un rasgo general del ser humano cuando destaca
sobre los demás.
El
final me descuadra con esa imagen servida de Jay, no imaginé que claudicara en
tapar lo ocurrido. Sorprende.