Me
gustan los sorteos literarios que hacen
los escritores y me apunto a muchos de ellos. En este caso mi número no salió
elegido pero el autor nos obsequió a todos los participantes con este
maravilloso cuento.
Aprovechando
que mis hijos no tenían deberes, por ser la semana cultural, dedicamos la tarde
a su lectura. El lobo para mi familia es un animal al que siempre hemos
admirado, por su comportamiento en la naturaleza, por los valores familiares y
sociales de los que hace gala. Quedaron atrapados en el relato, cuando el lobo
dejaba de narrar su vida, ellos ponían cara de disgusto. Es increíble el poder
que tienen las palabras cuando consiguen que unos niños sientan empatía con un
animal en vías de extinción, padecen su tristeza, su miedo y su soledad.
Lloraron con la despedida de Cara Rasgada, cuando se desvaneció la última
posibilidad de formar una manada y cuando supieron el final de Cervato.
Pero
el autor, aparte de mostrarnos el comportamiento del lobo dentro del mundo
animal, nos deja una moraleja. La vida se puede disfrutar o dejar que nos
arrastre en la amargura y la frustración al ver truncados cada unos de nuestros
planes, deseos o anhelos. Lobo decide buscar la paz dentro de sí mismo,
encontrar el lado amable de la existencia, ponerse a bien con el hombre a pesar
de ser el causante de todas sus desdichas, aprender a valorar y disfrutar el
tiempo que le queda.
Gracias
por este maravilloso cuento Diego de Membiela López.