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LA RESPUESTA.


El inspector Salazar miraba las gotas que resbalaban por el cristal de la ventana, odiaba la lluvia, era un recuerdo constante a un momento de debilidad. Su compañero sabía que tales días amanecía con humor de perros y era mejor dejarle sumido en sus pensamientos. Era un hombre solitario al que no le gustaba en general la gente.
-¿Qué tenemos?
-Otra mujer asesinada. Su marido la encontró. Él denunció su desaparición hace diez años. La víctima tenía partes de lesiones para forrar la comisaria. En ese tiempo casi no hay registros de ella, se movía de un lugar a otro, apenas tenía pertenencias ni relación con la gente.
-¡Ya!- él también buscó a una mujer, quería una explicación. Por qué le hizo creer que le amaba “¡Ojalá, te hubiese conocido antes!” repetía ella con la cabeza apoyada en su pecho. Por qué aceptó ocupar su cama, traer sus pocas pertenencias a su casa. Por qué le abandonó el mismo día que le pidió matrimonio. Vio en sus ojos el miedo más absoluto. Eran dos extraños.  ¿Por qué?
Bajo una sábana blanca que se teñía de sangre se encontraba el cuerpo sin vida de una mujer cuyo único pecado fue casarse con el hombre equivocado. Salazar sollozó en silencio tras retirar la tela que ocultaba sus respuestas. #GemmaGarcíaVeiga #Lashistoriassinpapel
No estamos preparados para recibir la verdad. Y la respuesta siempre es más dolorosa que la pregunta.

Para Marta Occhi.

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