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La criatura.





Batió sus alas y las cenizas se dispersaron por el suelo de la habitación, no así el intenso olor a azufre. El ángel se enfrentó al anciano que meditaba con tristeza el incierto futuro de la criatura de hermosa mirada azul que sostenía entre sus brazos.

-Irás a la colonia del norte. Allí estaréis a salvo.

-Y ahora, ¿qué?- Se atrevió a preguntar.- Nos han encontrado y volverán otros como él. ¿Por qué la buscan? Acepté cuidarla sin pedirte explicación pero nunca imaginé que el mismo Infierno vendría tras ella. No temo por mi vida, sino por no estar a la altura de tal empresa.

-Dios nunca se equivoca. Ve nuestra alma y sabe de lo que somos capaces en los peores momentos.- guardó silencio. Un lobo aulló en la llanura.- ¡Ya vienen! Se acerca lo que muchos llevan profetizando milenios, el Apocalipsis. Un velo invisible para vosotros, no para ellos, separa los dos mundos. Caerá, y los seres de esa existencia paralela os invadirán. Lucifer con su ayuda, por fin reinara en la Tierra. Ella es la única que alzará de nuevo ese muro que os mantiene a salvo. Un tesoro inigualable para la humanidad.





Para Sara T. G.

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