A partir de Navas la M-501 es de un
único sentido y me obligó a concentrarme en la conducción, en un principio juré
en hebreo aquel embudo, pero luego viendo el paisaje me di cuenta lo mucho que
se perdería ensanchando esta carretera. Estaba llegando a Piedralaves cuando
recordé una excursión que hicimos de niñas a sus piscinas naturales. Como mis
sentimientos me sacuden como si de una pelota de pin-pon me tratase, me embargó
la nostalgia y decidí parar a tomar un café.
Pregunté a unos y otros, al final di con el lugar y me senté con mi
taza humeante, en el mismo sitio donde veinticinco años antes coloqué una toalla
raída y una mochila vaquera llena de chapas de “Europe”. Disfrutaba del momento
cuando sonó mi móvil, al ver el número hubiera lanzado el aparato por encima de
la presa, pero no puedo vivir sin él.
-¿Dónde coño vas? Me ha contado Tere
que tampoco quieres ir con ella a la playa, que prefieres un pueblo perdido de
la mano de Dios, en la sierra de Ávila. ¿Tú estás chalada? Eso es evidente, vas
al loquero… y poco bien te está haciendo…- mi amiga Ana no necesita a nadie
para llenar el silencio, ella sola es más que suficiente. Leí en una ocasión
por el Facebook que un rey habló durante 58 horas, eso no es nada, ella lleva
sin parar desde que aprendió. Creo que jamás he escuchado la voz de su marido,
ella contesta por él. Sus hijas no hablaron hasta los dos años, las llevó a
infinidad de pediatras, todos la dijeron lo mismo, “Hablarán cuando tengan algo
que decir”. Yo siempre pensé que lo harían cuando su madre se callase.-
Comprendo que no quieras ir con Tere, su marido es muy soso pero… ¡nosotros!… ¡mi
Paco!… ¡mis niñas!, que te quieren con locura, también los de Tere pero son más mayores y juegan en otra
liga…- se llevaban un año de diferencia pero era mejor no corregirla, tampoco
sabía lo que era eso de “jugar en otra liga” pero pasaba de darla cuerda.- Y le
digo yo a Paco, ¿tan grave es acostarse con alguien de tu oficina y no saber
con quién? El cartel de puta ya lo tienes… ¡Cállate Paco! ¿Por qué se va a
enfadar por escuchar lo que la gente piensa de ella?... No hombre, ella sabe
que nosotros no pensamos eso… Serás bobo, para nada que dices, mira que eres
tonto.- yo me recosté en la piedra, dejando que el sol bañara mi cara, de fondo
tenía la discusión de Ana con el pobre Paco, ¡qué inventó tan grande el manos
libres!- …Ya se ha ido… mira que es pesado, pero es que nos preocupamos mucho
por ti. No hace falta que te vayas de ermitaña a la montaña. En el verano se va
a la playa y mira el piso tan hermoso que tengo en Calpe. Fóllate a todo el que
quieras, estás soltera y no tienes que dar cuenta a nadie, no te autocastiges…
Si yo fuera tú, andaría todo el día con las bragas en la mano. Eres una zorra y
a mucha honra. ¡Qué sequía tengo más grande!,… llevo un mes que no cato a Paco
pero es que ni me apetece, es tan poco original, siempre tumbado y por detrás,
vamos la ley del menor esfuerzo, no me quito ni la camiseta con eso te digo
todo…- en este punto de la conversación me percaté del corrillo que tenía tras
de mí y el silencio sepulcral de toda aquella gente, había olvidado el manos
libre y el móvil sobre la piedra cantaba las intimidades de mi amiga para un
público ávido de cotilleos, ¡así nos va a todos! Sonrojada me lo coloqué en la
oreja, solté una vaga disculpa a mi amiga y la recordé que estaba conduciendo,
me regañó unos segundo y se despidió con un sonoro beso.
Sencillamente, creo que tengo unas
amigas que no me las merezco, pero en el buen sentido. Aunque me llamen zorra y
confundan la honra con la desesperación. Nos vemos de Pascuas a Ramos y cuando
nos juntamos es como si ayer hubiésemos comido juntas. Nuestra amistad se
remonta a los tiempos de colegio, estuvimos internas, cada una con su motivo:
una porque su padre era diplomático, otra porque su madrastra no la quería
cerca, la tercera por ser hija de militar, la cuarta porque sus padres eran
profesores del internado y no le quedaba más remedio, y yo por ser la hija de
un cabrero de un pueblo de la España profunda. ¿Quién es quién? Ya lo
averiguarás…