 |
| Tayo. Asociación Galgo Español. |
Dejan de comer, disminuye su actividad física e incluso lloran sin descanso. Depresión: profunda tristeza, perdida de interés, y disminución de funciones físicas; esta es la definición que dan de la depresión. Cuando llegan a nosotros cumplen al dedillo cada una de las palabras escritas.
Muchos de nuestros galgos pasan las dos primeras semana encerrados en sus cheniles sin querer salir. La tristeza que sufren puede hacer que se les olvide alimentarse. Durante años han realizado un trabajo al servicio de un dueño, que les ha podido tratar mejor o peor, pero esa era su familia, a la que estaban ligados, con otros peludos y un espacio conocido. Y una mañana, como muchas otras, le suben a su transportín y le llevan a mitad de la nada. Allí le sueltan y depende del caso, unos se montan en su coche y ponen kilómetros de por medio y otros disparan sus armas sobre ellos para ahuyentarles, y si persisten en no abandonarles pues se les mete una bala en el pecho, en el muslo...
Aquí nace el desconsuelo del que no comprende por qué le echan de su hogar, por qué le hace daño aquel al que sirvió con lealtad. Y vagan sin rumbo.
Son pocas las veces que se les rescata a tiempo, muchos de ellos pasan semanas y meses dando tumbos de un lado a otro, muertos de hambre y sed, algunos son golpeados por otras personas que no comprenden el dolor ajeno. Y en este camino hacia ninguna parte, les puede suceder de todo, hasta ser atropellados y retirados a la cuneta para morir entre dolores sin ningún consuelo.
Yo creo que es motivo más que suficiente para dejarse arrastrar por la tristeza, pero ellos siempre sorprenden, quieren seguir viviendo junto a nosotros, pobres mortales que no vemos la grandeza de unos seres tan nobles.
 |
| Asociación Galgo Español. No miramos hacia otro lado. |