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Perdón.


El perdón es una virtud, no guardar rencor a quien nos hizo daño ni buscar venganza ni castigo.
A los humanos nos cuesta perdonar hasta la más pequeña de las nimiedades.


Perdonar nos ayuda a avanzar, dejamos a un lado la infelicidad, y alcanzamos la paz.


Es cierto que tenemos muy buenas razones para no perdonar, cada uno las suyas, todas igual de poderosas. Somos rencorosos y vengativos.

He aprendido que ellos son capaces de volver a confiar en nosotros, en no hacer cuenta de lo sufrido y a amarnos con todos nuestros defectos, en una sola palabra: Perdonarnos.
¿Por qué damos el calificativo de bestia a las personas que son capaces de hacer los actos más crueles y despiadados cuando solo deberíamos decir: "Son humanos"? Porque intentamos desvincular a la persona de la humanidad. Y luego la lección la recibimos de ellos cuando nos dan una segunda oportunidad, y muchos hasta una tercera y cuarta, hay gente dice: "Cuanta humanidad muestran".


Mañana es mi cumpleaños, no soy de grandes listas, y menos este año, ni de muchos propósitos para el año que comienza, pero el deseo que se llevará el humo de mis velas al soplarlas, irá para ellos, para que cese el sufrimiento a los únicos seres que nunca nos dejarían tirados. Para no volver a ver sus ojos asustados cuando los abandonan a su suerte o los de aquellos que languidecen de hambre a los pies de sus dueños que les deshechan como herramientas o el miedo de los que llegan a nuestras manos con disparos en el pecho o del terror de los que son golpeados con palos y piedras.

Os dejo con mi pequeño álbum.
Son algunos de los miembros de la gran familia de la Asociación Galgo Español.
¡Feliz lunes!






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