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| Amore. Asociación Galgo Espalñol. |
¡Feliz Navidad!
Y estas puñeteras fiestas no mejoran los
desequilibrios emocionales que tiene alguien como yo, es más, se acentúan y
mucho.
Desde hace una semana no hago más que recibir
videos, memes y fotos felicitándome las fiestas de la forma más variopinta,
algunas te sacan una sonrisa, otras una carcajada y muchas de ellas me sacan de
las casillas. Sobre todo las que manda la Rubia al grupo, son de lo más
sensiblero que te puedas echar a la cara, y luego la tía es una zorra de mucho
cuidado, todo el tiempo restregándose las tetas contra el brazo del Greñas. ¡Qué
ganas de darla dos buenas hostias!
Pero estamos en vísperas de Noche Buena y tengo
que sacar ese espíritu navideño que tengo guardado en alguna caja del sótano,
pero sótano, sótano. Tengo que ponerme una careta de alegría y celebración.
¿Por qué mucha gente sufre de depresión en
Navidad? No me puedo creer que solo me planteé yo estas reflexiones… no, no. No
creo que sea por la ausencia de seres queridos, por lo menos en mi caso no lo
es. Yo creo que de alguna forma inconsciente, nuestro cerebro nos avisa de que
llega fin de año y tenemos que hacer balance de todo lo sucedido, y más de la
mitad de los mortales pesamos más por lo malo que por lo bueno.
Pero una vez que hemos reflexionado sobre nuestra
patética vida, llega lo verdaderamente difícil de este análisis: reconsiderar
nuestro camino, podemos cambiar de vía, tomar un atajo o dar media vuelta
rompiendo con todo y empezar de nuevo. Y esta mierda hay que hacerla en todos
los ámbitos de nuestra existencia: Familiar, profesional y personal. ¡Jodidos
estamos!
¿Qué aconsejan los expertos? Como expertos no me
refiero a los consejos de nuestros padres siempre vigilando el horizonte, sino
a los psicólogos.
“No hay que aislarse. Celebremos las copiosas comidas
entre risas y conversaciones jocosas.” Gracias a Dios que alguien inventó el
móvil y las redes sociales, y se han terminado las molestas pláticas con
familiares insoportables; clavas los ojos en tu terminal y compartes algún
video de estos memos que se cuelgan en esos grupos de solitarios. Enséñalo al
comensal menos plasta de todos los que hay, para no dar la impresión de estar
aislado
Me dice la Etóloga sexy, aquella con la que
compartí un par de segundos de duda entre el apretón de manos y el “¡Vete a la
mierda!”, la mirada del Greñas me disuadió pero tenía ganada la segunda y por
goleada. Me dice el otro día que coincidimos en los cheniles, ella valoraba a
los galgos y yo a ella y sus miraditas coquetonas al Greñas: “La Navidad es
para dedicarse tiempo a unos mismo”. ¿Cuándo? Vas de casa en casa y tiro porque
me toca. Y, ¿no hemos quedado que las Navidades son para compartir y no
aislarse? Tiempo a mi misma es meterme en la cama bajo las sábanas y esperar a
que llegue el 7 de Enero del 2017.
Y hoy no me extiendo porque no tengo mucho más que
decir.
Daros por felicitados aquellos que estáis dentro
de mi agenda del móvil, tampoco sois muchos. No pienso llamaros a ninguno ni
contestar con más caritas sonrientes la mierda de videos con las que saturáis
la memoria de mi móvil, estoy de renos, de Papas Noel, de gatitos con gorritos
rojos y verdes, y de niños, animales y objetos varios cantando villancicos
hasta los cojones. No voy a responder de ninguna manera ni reenviaros nada ni
besitos corazón ni nada. Nada.
Y si durante todo el años no te has acordado de
mí, hazme el favor de no hacerlo ahora, me tendría que replantear toda mis buenas
intenciones para el año 2017, y he decidido no seguir alimentando la carcoma
que me corroe cada mañana cuando me acuerdo de ciertas personas.
Dicho todo esto, sólo me queda añadir:
¡Feliz Navidad
y Próspero año 2017!