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Amore. Asociación Galgo Español. |
Vigésimo séptima
entrada a mi blog.
Con que facilidad pierdo el sueño. Y con que sencillez lo que ahora te parece un
infierno en un segundo pierde toda relevancia y se transforma en un hecho sin
importancia alguna. ¿Qué levanten las manos aquellos que no han pasado por el
mismo trance?
Llevaba horas dando vueltas en la cama a como
librarme mañana del Greñas. No quería ir a por juguetes ni pensar en verle la
geta a mi no hermana. Podría llevárselo a mi madre, pero me daba que si el
Greñas se convertía en mi porteador, en mi paje improvisado de unas Navidades
forzadas, no iba a permitirme escabullir el bulto. Buscaba en mi cabeza una
estrategia militar para eliminar al enemigo, pero con sutileza, que él se
retire por propia decisión y no por presión.
Y
suena mi móvil.
Es un correo de La puta con el chocho al
rojo, pesa mucho para descargarlo y enciendo al ordenador. Abro el correo
mientras sigo pensando en el Greñas, en los regalos y en mi no hermana. Son varias
carpetas etiquetadas por fechas. Pincho la primera mientras me arranco nerviosa
un padrastro pensando en esos profundos ojos verdes que tengo que eliminar de
mi portal, de mi mirilla…
El rostro del Greñas se disipa con la primera
línea del correo.
“No la soporto. Cada noche se me hace más
duro irme a la cama con ella. Es aburrida y simple. No sé que vi. Cómo me pude
enamorar tan ciegamente de una mujer tan predecible. Con ella no hay sorpresas,
no puedes esperar nada que no sea lo que ya estás compartiendo. No hay emoción
ni riesgo.
Sé lo que va a decir antes de pensarlo. No necesito
formular la pregunta porque sé la respuesta.
Es puntual, ordenada y meticulosa. Detesto su
orden.
Tú eres todo lo contrario. Contigo no hay dos
segundos iguales.
Deseo compartir todo el tiempo del mundo
contigo. Que despiertes cada mañana a mi lado y que el tiempo desaparezca con
nuestros cuerpos enredados.
Pero y ese es el problema, ese pero que nos
martiriza, no puedo decirle que se vaya de mi vida porque eso supondría dar
muchas explicaciones por mi parte y te dejarían a ti que eres mi razón de ser,
en una posición muy delicada de cara a la galería, y no quiero que me convenzas
diciendo que lo que digan los demás no te importa siempre que estemos juntos,
es lo más hermoso que nadie hizo por mí, sacrificar todo por mi amor. Que fácil
sería que se diera cuenta de todo y se marchase, pero es ciega. Dices que está
enamorado de mí, yo creo que no se ha parado a pensar lo que significa amar,
para ella es compartir un desayuno leyendo un periódico, un almuerzo deprisa y
corriendo en mi despacho, y una cama fría. Contarme su vida cotidiana y
aburrida, sus inquietudes que no son las mías y sus sueños que no son
compartidos. No me interesan sus proyectos ni sus anhelos ni el futuro que con
tanto ahincó planea cada mañana. Y a pesar de mis esfuerzos y mis feos, ella
sigue tejiendo a mí alrededor una historia común que doy por zanjada.
Barajo miles de posibilidades y creo que
tengo la solución. Voy a ofrecerle algo que no podrá rechazar. En cuanto suba
al avión que la lleve tan lejos de nosotros que no pueda molestarnos, y dejando
un tiempo prudencial para que ninguno de mis amigos o socios pueda empañar
nuestra felicidad, empezaremos a vivir juntos, y con la distancia por medio,
será más sencillo decirle que lo nuestro se ha terminado y que estoy enamorado
de ti y deseo hacerte mi esposa.
Me gustaría que fuera inmediato pero no puedo
ofrecerte más que una espera corta, a cambio juro compensar cada minuto que te
hago sufrir cuando me ves abrazándola o besando sus labios. No significa nada para mí.
Oigo sus pasos subiendo la escalera. Estoy agotado
de esconderme para hablar contigo. Aguardo que se duerma para desearte las
buenas noches y recordarte que mi último pensamiento siempre será tuyo.
No hace mucho me pilló escribiéndote a altas
horas de la noche, pensé que lo había averiguado cuando la vi apoyado en el
quicio de la puerta. En un principio me entró miedo, a sus gritos, a que
montara un escándalo… podía haber aprovechado el momento para decirle lo
nuestro; pero la imaginé insultándote en público, contando a todo el que la
quisiera escuchar falacias sobre nosotros y me di cuenta que no soportaría ver
tu nombre pisoteado por sus mentiras. La expliqué que hablaba con gente del
trabajo, problemas de difícil solución que requieren mi máxima atención. Vi en
sus ojos duda, pero no le gusta enfrentarse a la verdad, no a la de la razón
sino a la del corazón. Durante días estuvo desconfiada y me miraba por encima
del hombro cuando escribía. Tuve que borrar todos los mensajes, todas tus
entradas, todas tus fotos, todos tus besos. Y no soporto abrir mi whatsapp y no
verte allí, todo para que ella no sospeche que te amo. Por eso uso algunas
noches el correo, para que por lo menos tú puedas guardar recuerdo fiel de lo
que te amo.
Me llama. Mañana te buscaré en la oficina,
podemos comer juntos, ella ha quedado con su familia.
Doy gracias de que nos quede el trabajo. De verte
por los pasillos y rozar tu mano en la cocina.
Nunca nadie nos separará. TQM. “
Dicen que somos nosotros los que escribimos los renglones de nuestra vida. Si eso fuese cierto, hacía años que habría sido valiente y colocado un punto y final, peo soy cobarde. Duele la traición, porque te destroza por dentro, y no logro saber cual es la finalidad de tanto sufrimiento. Nada de lo que me pasa me hace más fuerte o mejor persona, me convierto en una sombra. Muero en vida.