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Cash y Sinda. Asociación Galgo Español | . |
Vigésima sexta
entrada a mi blog.
Y estaréis inquietos pensando: ¿qué sucedió
entre el Greñas y la desequilibrada?
Pues nada porque llegando a mi casa me salté
un ceda el paso por ir pensando en mi puta existencia y me empotré en un coche
que salió de la nada, de estos que los malos espíritus colocan en tu camino
para joderte quince días. Asique como no he tenido coche, me he desconectado
del móvil, de mi único grupo dinámico, de mi relación social artificial y de
todo, y durante estos quince largos días he hecho lo único que una persona
coherente no debe hacer jamás, analizar su vida, su mente y porque no, su estado
físico, y estoy amargada. El Greñas no ha dado señales de estar interesado en
mi revelación más íntima, ¡qué le jodan!
Quince largos días sin saber en qué malgastar
el tiempo cuando no estoy trabajando, ¿anda trabaja la desequilibrada? Trabajo desde
casa. No, no soy una ama de casa de cuatro paredes y dos muebles mal colocados;
soy una fracasada que trabaja con su padre en su tienda de revelados. Pero en
este tiempo tampoco he ido, he fingido una contractura muscular en la espalda. Me
he escondido.
Me he aburrido mucho y he tenido mucho tiempo
vacío. Cuando alguien dispone de todo el tiempo del mundo para no hacer nada,
es cuando cometes los mayores errores.
Lo primero que hice, fue buscar a esa hermana
que nunca tuvo en el facebook, y descubrí que tenía un perfil abierto. Somos muy
parecidas, se nota que somos hijas de los mismos padres, a pesar de que se ha
teñido de castaña clara seguimos teniendo esos rasgos inconfundibles que nos
hacen ser casi clones de nuestra madre. Ella muestra una sonrisa Profidén, unos ojos vivarachos y una familia perfecta
con gatito y todo, parecen una anuncio pastelero de turrones de Navidad. Su cuenta
está abierta, y pude fisgar lo que me dio la gana. Acabé cabreada con ella todavía
más de lo que estaba. ¿Por qué mostraba tanta felicidad? ¿No sentía
remordimiento por dejarme tirada en tierra hostil?
Una de las cosas que me ha sorprendido es el carácter
solidario de mi no hermana, pertenece a miles de grupos: asociaciones de niños
refugiados, comedores escolares, huérfanos de guerra; lugares donde yo he
vivido el horror en primera persona y se la falta que hace la ayuda de todos; pertenece
a ONG donde llegué a colaborar cuando estaba en tierra hostil. Recoge ropa, material
escolar y juguetes, y ahora está metida de lleno en la campaña: Una sonrisa un
juguete. No puedo dejar de imaginarme que aquellas mantas que repartí hace
años, aquellos juguetes mal envueltos en unas Navidades improvisadas podían ser
el resultado del esfuerzo de ella por recordarme que estaba a mi lado a pesar
de la distancia. Pero no, no puedo engañarme con romanticismos falsos. Ella me
dejó tirada como todos los demás.
Lo pésimo de mi persona es que no soy del
todo fiel a mi negatividad destructiva, no tengo fuerza de voluntad, ¡Cáspita!
He
decidido compartir su petición solicitando juguetes. ¡Joder! No me siento bien
por hacerlo pero no puedo quitarlo ¿alguien entiende este sí pero no? Lo bueno
es que dará igual, no me sigue ni el tato, pero por otro lado me gustaría hacerla
llegar un montón de cosas para darle en las narices, tendrá que recoger las bolsas
que la mando para su proyecto Navideño; bolsas de aquella hermana que abandonó
a su suerte hace tres años.
Y durante días estuve sin recibir ni un me
gusta, ni nada. Pero una mañana al encender mi móvil me salta un mensaje de que
alguien ha compartido mi estado, ¿qué estado? Ni recordaba esa petición de
juguetes para niños sin sonrisa.
¡¡Sorpresa, sorpresa!!
El Greñas comparte mi petición de ayuda,
bueno la de mi no hermana, y añade un breve texto: “Juntos llenaremos el mundo
de risas infantiles”. Una hora más tarde, sin dejar de leer los mensajes que la
gente le envía, sorprendiéndose por su regreso al mundo infantil, preguntándole
cuándo se marcha, y cientos de cosas más que no logro hilvanar , ha conseguido doscientos
juguetes, y se ha compartido su publicación cuatrocientas veintisiete veces. Llegando
el día a su fin, y sin cerrar su perfil en facebook, da señales de vida:
”Decía Arquímedes: “Dame un punto de apoyo y
moveré el mundo”. Dame amigos y no solo lo moveré, lo cambiaré. Gracias a
todos. El punto de encuentro el de siempre, mañana me paso a por los juguetes
con mi amiga 1324 que es la promotora de esta bella iniciativa.”
Y venga corazones, cientos de corazones. Y a
la vez subían mis seguidores en el facebook, y mi estado se llenó con los “Likes”
que no tuvo los días anteriores.
¿Cuánto tiempo tardará esta gente en
descubrir que soy una farsante? Me importa una mierda los juguetes para los
niños, que lo hago para joder a mi hermana, para recordarla que no consiguió
eliminarme colgado el teléfono, que he vuelto para quedarme y molestar todo lo
que pueda, porque solo siendo una mosca cojonera encuentro alivio en tanta
amargura.
Pero el Greñas… y suena mi móvil:
-¿A qué hora quedamos en la residencia?- a
ninguna, no quiero ir a por juguetes, no tengo ganas de ir a ningún sitio y
luego llevar nada a otro lado.
-No tengo coche.- ¡so lerdo!, me la pegué en
la rotonda, ¿por qué crees que no he ido a la residencia.
-¿Por eso no has venido a la residencia en
todos estos días?-se darán cuenta de mi ausencia cuando les llegue el tufo de
mi cuerpo en descomposición.
-¡Joder que listo!- carita de emoticono
pensando, me pone.
-Te recojo, dime la hora.- no me da la gana
ir, cógelos tú y se los acercas a mi no hermana, ya que eres tan dispuesto a
complacer a todo el mundo, haz la tarea completa.- No voy a quietarte el
protagonismo haciendo de Papá Noel.
-Esto lo has conseguido tú solito.
-No reduzcas tanto la cadena, yo no me
hubiese enterado de este proyecto si tú no hubieses copiado el mensaje de tu
hermana… -cómo sabe que es mi hermana. Nuestro parecido, lo he dicho antes,
cierto, es muy obvio. Pero por qué fisga la procedencia. ¡Coño me espía!
Un par de minutos mirando la conversación por
el whatsapp con el Greñas que permanece en línea, me desquicia los nervios.
-Podemos seguir toda la noche pero mañana al
levantarte, mira por la ventana, verás mi furgoneta aparcada en tu puerta.
-No pienso ir.- no quiero conocer a más
gente, no quiero salir con nadie. ¿Por qué este tío no puede dejarme en paz
como el resto del mundo? ¿Qué tengo que tanto llamó su atención ante la
indiferencia del resto?
-1324, a las 9h te recojo. Si no bajas tú,
subiré yo. –fin. Mi no hermana podía meterse sus proyectos solidarios por el
culo.
He puesto en mi estado en facebook: “Me cago
en todo lo que se menea.”
Un segundo después tengo un “like” y un
mensaje: “Yo también estoy como loco con la respuesta. El Greñas.” y
seguidamente unos ciento treinta mensajes como: ¡Sois la hostia!, Gracias a
gente como vosotros tengo fe en el ser humano, No dejéis de luchar, Por un
mundo mejor….
¿Qué coño es esto?