TORMENTA DE GALGOS PRIMER DÍA DE MI BLOG. Cuando ha sonado mi despertador a las 5 de la mañana y he escuchado las gotas de lluvia golpear el cristal de mi ventana, he pensado: “No va a ser un buen día, ¡no señor!”. No es porque me vaya a mojar mientras corro mis diez kilómetros diarios, ni siquiera por el hecho de que luego tenga que limpiar el barro que dejo en el felpudo o las pisadas que marquen este mármol frío y blanco que cubre el suelo de todo este piso impersonal y minimalista, que diseñé en una etapa de reinvención de mi misma. Un momento de mi vida donde todo estaba patas arriba y mi cabeza patas abajo. No, no es por la lluvia, es porque hoy tengo un no sé qué que no me deja de oprimir el pecho y agarrar la garganta. Mis padres siguen guardando una representación de lo que un día fue mi verdadero yo en las cajas de cartón que tan amablemente me empaquetaron mi ex y su nueva pareja. Todo lo que un día pudo representar mi persona, está primorosamente protegido ...
Me niego a que mis historias se pudran en las carpetas de mi escritorio digital. Algún día morirá mi portátil y con él las vidas de mis personajes. Mi mente es un 80 % de imaginación y un 20 % de realidad, dicho eso te diré que este blog será un caos entretenido. ¡Feliz lectura!